viernes, 11 de octubre de 2013

Dos euros por seis libros

Todos sabemos que la vida no es color de rosa, ya quisiéramos muchos, pero la realidad golpea siempre y se encarga de recordarnos cuál es la situación que vivimos y en qué circunstancia nos encontramos en cada momento.
Como periodista y sudamericana he tenido la posibilidad de vivir muchas realidades en países como Perú, Chile o Bolivia por mencionar los más cercanos a mi..., he visto decenas familias luchando día a día por llevarse un pan a la boca. Cuando me fui a vivir a Dinamarca, la situación fue otra completamente diferente, descubrí un mundo de igual, solidaridad y bienestar social para todos, me quedé impresionada, no sólo por todo lo que habían conseguido los llamados "vikingos", sino porque además, no se olvidan de la realidad que los rodea y son muy solidarios, ya sea acogiendo refugiados de guerra o colaborando activamente con ONGs en África y Sudamérica.
Hace doce años cuando llegué a España la circunstancia fue nuevamente otra, pero al ser mi propio idioma y "cultura", además de las razones sentimentales que me trajeron hasta aquí, me sentí muy cómoda y me alegré de que también tuviéramos una sociedad del bienestar, que los fantasmas de la pobreza que habían acompañado mis reportajes de antaño no estuvieran también en esta parte del mundo..., en fin, el ser humano es un animal de costumbre y se acomoda muy rápidamente..., y aunque nunca he olvidado que existen otras realidades en el mundo, las veía muy lejanas.
La gente busca trabajo pero no encuentra
 
Pero actualmente estamos en una situación que jamás pensé podría ocurrir en un país europeo, hemos llegado a tres millones de pobres en España, es decir, tres millones de personas que mal viven o sobre viven con menos de 307 euros al mes, algo que no alcanza casi ni para comer, menos para pagar los gastos habituales de vivienda, luz, agua o electricidad. Nunca me imaginé que podríamos llegar a estos extremos donde familias enteras no tienen trabajo y ni un euro para darles de comer a sus hijos, incluso se han visto obligados a ir a los ayuntamientos (municipalidades) para entregar a sus pequeños a las autoridades porque no pueden mantenerlos...Esto lo vemos todos los días en los diferentes medios de comunicación y nos conmueve porque nadie está libre de tener a un familiar o un conocido en el paro (sin trabajo)..., pero cuando lo aprecias en tu cuidad es más aterrador y devastador emocionalmente hablando. Es lo que me pasó ayer.
Los comedores de Cáritas están desbordados; ahora también van familias enteras
 
Hace unos días descubrí en la guantera de mi coche un discman nuevo, sin usar y el cual no quería, así que me acerqué al Cash converter (un lugar donde se pueden vender las cosas que no necesitas). Mientras esperaba mi turno, pude ver y oír a una mujer muy mayor que estaba vendiendo unos libros. El dependiente le ofrecía dos euros por unos seis libros y la mujer le dijo: "por favor dame aunque sea tres euros para comprar yogures". Os prometo que se me partió el alma al escuchar su súplica, pero sólo recibió dos euros por los libros. Cuando llegó mi turno, no pude evitar "hacerle una entrevista" al dependiente y me comentó que venía casi todos los días con su hija porque no tenían para comer ni ellas ni sus demás familiares; este trabajador también me comentó en ése empleo es dónde más se puede apreciar la realidad de miles de españoles, "algunos venden cosas para comprar leche y pañales, aquí si no me pongo una máscara no podría trabajar, esto es muy duro y sólo trabajo en esto porque lo necesito". Así, una vez más, la brutal realidad que vivimos en España, me ha dado una bofetada y me ha hecho meditar en lo miserable que puedo ser pensando que mis problemas son los más importantes y duros.

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