lunes, 30 de junio de 2014

Amarse uno mismo

He estado pensando mucho si escribir este post o no..., al final creo que es justo y necesario, no como catarsis (que quizás lo sea) sino como una ayuda para aquellas personas que alguna vez han tocado fondo y no saben cómo salir del abismo...
2013 paradójicamente relacionado con el número que para algunos es de buena suerte fue un año muy malo para mi. A principios del mismo se murió la bebé que esperaba cuando estaba de seis meses y gracias a "los recortes" sanitarios pude haber muerto porque los médicos me mandaron a casa por tres días para la final tener que parir con los peores dolores que se pueden imaginar. Como es lógico ( y por más que uno sea fuerte) me dio una depresión que me obligó a tomar pastillas. Mi matrimonio se fue al garete y el hombre que tenía a mi lado se comportó como un niño (siendo benevolente al decir esto). El divorcio tardó sobre todo por las diferencias irreconciliables en el trato. En aquella época pensé que no podría salir de todo aquello y para terminar de rematar la situación me detectaron un quiste en la mama derecha, que finalmente resultó ser benigno...
Mirada triste porque no me quería.
Porqué cuento todo esto..., simplemente para llegar al punto de reconocer que mi autoestima estaba por los suelos, no me quería a mi misma en absoluto, cuando siempre he sido y soy una persona que tiene mucho amor que brindar..., pero a veces uno se olvida que para poder entregar amor, primero hay que amarse y respetarse.
Ha pasado un año de todo aquello y he vuelvo a nacer, he sacado todo ese amor que llevo dentro y me lo he entregado en bandeja. Ahora me quiero y hasta puedo decir que me gusto mucho; creerme eso se nota y se transmite. Mis ojos tienen nuevamente ese brillo especial y las ganas locas de vivir y comerme el mundo a bocados día a día..., es muy cierto eso de  "como nos sentimos y nos vemos a nosotros mismos" lo trasmitimos a los demás. Tengo 41 años y me siento y me veo como de 30, es genial.

Empezando a quererme.
Ahora me quiero de verdad


Ahora soy muy feliz, cada día disfruto de los pequeños y grandes momentos cotidianos, de las maravillosas vistas que la naturaleza me regala, de los buenos amigos (lejanos y cercanos), del amor en distintas formas, etc., etc., etc. Ya van dos veces que me han dicho que cuando entro en un lugar ilumino todo con mi energía y que transmito mucho amor y vibraciones positivas, no negaré que lo he notado porque he visto gente a mi alrededor cambiar en positivo cuando están conmigo..., y todo eso se debe a que ME QUIERO Y ME RESPETO MUCHO... Para mi esa es la mejor opción para salir de cualquier abismo. Amarse uno mismo para después poder hacerlo con los demás.

martes, 24 de junio de 2014

Curiosidades danesas

Cada vez que me integro a una cultura descubro que en el fondo (a veces muy en el fondo) no somos tan diferentes los unos de los otros..., pero también es verdad que hay ciertas curiosidades que no dejan de llamar mi atención y algunas veces hasta me sorprenden.
Es el caso de mi querida Dinamarca. Una de las cosas que todavía no deja de sorprenderme es la manía que tienen muchos daneses de andar descalzos por la calle; es decir, van bien vestidos, ellas incluso maquilladas, pero sin zapatos durante el verano; vale que tienen muchas ganas de disfrutar de la poca época estival que hay por aquí, pero de ahí a ir descalzos hay un tramo, creo yo. (tengo que confesar que una vez lo intente pero no me hizo gracia, no por las bacterias sino porque es incomodo, sobre todo en Aalborg donde hay muchas calles empedradas.
La segunda curiosidad es el patriotismo y el exagerado uso de la bandera: cuando es el cumpleaños de alguien, la tarta, los platos y hasta los vasos están decorados con la rojiblanca. Incluso todas las casas tienen un mástil para hizar la bandera el día del cumpleaños de algún miembro de la familia. También utilizan la bandera para días festivos y para la visita de la Reina (que lo veo más lógico); todos los autobuses de la ciudad son decorados y las banderas se aprecian en el famoso puente que une Aalborg con Nørresundby, además de los edificios públicos, y a estos se unen casi todas las tiendas de la ciudad.
El puente de Limjfordem.

Autobuses decorados con banderas.
Otro punto interesante y que me gustaría que se copiara en España (aunque lo veo muy difícil por el tema tan arraigado del "que dirán"), son las tiendas de Second Hand  o segunda mano. Aquí no hay distinción de sexo, edad, posición social, etc. Todos los daneses son asiduos compradores ya sea por necesidad, diversión o solidaridad. Compran muebles para restaurarlos, pintarlos y disfrutar del bricolage; ropa para combinarla no sólo en estilo Vintage, sino también moda actual, electrodomésticos, libros y un largo etcétera. Las tiendas de segunda mano, cuentan con dependientes o vendedores que trabajar "por amor al arte", es decir son voluntarios y todo el dinero recaudado va directamente a algún proyecto solidario, especialmente en África, y algunos países de Asia y América Latina.




Por último, y no menos llamativo es la importancia que tienen las bicicletas en la vida de los daneses, he visto fotos de las calles de la ciudad de Aalborg del 1900 y ya aparecen muchas bicicletas. Me encanta la forma tan saludable de transportarse, además del ahorro de dinero. Tengo muchos amigos con coche, yo misma conduzco muy seguido aquí, pero para el día a día, también prefiero mi bicicleta. En Dinamarca se pueden ver importantes investigadores, directores de banco, políticos, médicos, fontaneros, estudiantes, familias enteras y un largo etcétera, transportándose en bicicletas, quizás por ello, muchas personas las decoran a su gusto porque una bicicleta forma parte fundamental de la vida de cualquier danés...Podría seguir enumerando mas curiosidades danesas pero las dejare para otro momento.
A las danesas les gusta decorar sus bicicletas.



viernes, 6 de junio de 2014

Aalborg Karneval

Llevo más de una década de carnavales a mis espaldas, se podría decir que soy una experta, sobre todo porque disfruto como una enana. Me encanta disfrazarme y ver cómo la gente se vuelve creativa, al menos así era cuando vivía el carnaval en mi querida Albacete.
Este año por primera vez lo he visto en Aalborg (Dinamarca), que no tiene nada que ver con países como Italia o España, que celebran esta actividad en febrero. Los daneses son diferentes en todo, incluso en esto ya que en Aalborg el carnaval se celebra el 27 o 28 de mayo, quizás por que hay mejor tiempo que en febrero. La cosa es que todo es diferente...




Para empezar, la tradición indica que la gente se junta a desayunar entre las siete y las ocho de la mañana, para inmediatamente empezar a beber. Con lo cual, hay que madrugar para disfrazarse. Desde el balcón de mi piso se podía apreciar todo el movimiento porque da la casualidad que el desfile (Parade) empieza en Nørresundby, justo al frente de mi casa. Cuando a las ocho de la mañana baje al piso de mi vecino, ya estaban todos vestidos para la ocasión y casi terminando de desayunar; así que me tuve que adaptar rápidamente. A las nueve de la mañana ya estábamos bebiendo (yo preferí cerveza porque era muy temprano); nos pusimos a jugar a las cartas (intentando emborrachar a alguno con el juego), escuchando música a todo volumen, además de la que se oía desde la calle.
A las diez empunto estábamos en la calle para empezar el desfile (una gran mayoría de participantes ya estaban "contentillos". Mientras recorríamos  el puente del fiordo sobre las once, ya estábamos todos medio borrachos, porque la tónica es beber, beber y beber..., cultura escandinava! cuando decidimos parar para descansar al mediodía todo mi grupo estaba borracho, el consuelo fue que las más de 20.000 personas que participaron en el "Parade" se encontraban peor que nosotros. 

Sobre las cinco o seis de la tarde, la gente suele irse a casa a descansar, pegarse una ducha para en la noche continuar la fiesta. Lo peor del carvanal es ver a miles de borrachos que no puede mantenerse en pie, las personas se desnuda, muchos vomitan y continúan, otros simplemente duermen la borrachera en el suelo y por supuesto el sexo esta a la orden del día..., pero también tiene su lado simpático, lo colorida que esta la ciudad, lo bueno que es para la economía y el turismo, lo "simpáticos" que se vuelven los daneses repentinamente y ver a todo el mundo disfrazado y disfrutando. Todas estas cosas y muchas más que no se pueden contar hay que vivirlas "personalmente" en Aalborg Karneval.