Hoy me han dado una noticia muy buena y a la vez muy triste, buena porque mi querida amiga Encarna por fin ha encontrado trabajo y mala porque se va a vivir al extranjero. Esperaba tanto su llamada para saber cómo le había ido en la entrevista porque estaba segura que sería positiva, pero no contaba con el desasosiego que me iba a producir saber que una gran amiga, excelente profesional y mejor persona se tiene que ir de su país porque aquí no hay oportunidades, porque la crisis económica nos ha desbordado y ya somos más de seis millones de parados (desempleados) en España.
Quizás también estoy triste porque hoy es un día gris y lluvioso (y me recuerda a Lima en invierno) o porque las expectativas a corto, mediano y largo plazo son muy malas y por ello tengo esta congoja. Hace tres años, conocía a alguna persona en el paro, y como yo estaba trabajando y en mi proyecto de ser madre no tomaba conciencia real de la situación; ahora tengo a casi todas mis amigas en el paro, grandes profesionales, mujeres preparadas y con una solvencia personal muy importante, sin contar a los conocidos/as que también están en la misma situación. Todo esto no sirve de nada, No hay trabajo y tampoco soluciones, que terrible!
España está muy mal, la corrupción, la falta de oportunidades, la rendición casi esclavista a las exigencias de Angela Merkel, han hecho que muchos millones de españoles no encuentren una salida, una ventana para no asfixiarse ante las deudas, hipotecas o simplemente la falta de comida; y lo que es peor, hemos llegado a un punto donde la desidia se ha apoderado de todos nosotros y los únicos beneficiados de esta situación son los políticos y los banqueros.
Lejos está esa España que conocí hace más de una década donde el sistema sanitario era uno de los mejores de Europa, donde veía cómo crecía mi ciudad (Albacete), se abrían comercios y se construían edificios modernos; donde la investigación y el desarrollo eran parte fundamental de nuestra sociedad. A dónde hemos llegado y hacia dónde vamos, cuando un gobierno recorta hasta el sistema de donación de órganos, considerado hasta hace poco el mejor del mundo, qué nos ha pasado. Maldita burbuja inmobiliaria y malditos políticos que la permitieron, sean rojos o azules, se han cargado la sociedad del bienestar, nos están haciendo retroceder en vez de progresar, y lo que es peor aún, están dejando que nuestros jóvenes se vayan del país, que los grandes profesionales llenos de sueños e ideas emprendedoras se ahoguen en el desasosiego más absoluto.
¿Que nos queda?... irnos, lejos, muy lejos y dejar nuestros hogares, amigos y familiares porque aquí no tenemos herrramientas para luchar sólo obstáculos impuestos por Mariano Rajoy y su panda de ineptos.
Sólo me queda desearle a mi amiga Encarna mucha suerte en esta nueva etapa fuera de España y a todos aquellos que se van, un mejor futuro..., y quizás, también seguir sus pasos para luchar contra esta tristeza y desasosiego que tengo sobre mi porvenir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario